Calentador de agua provoca tragedia familiar en Mérida
Vecinos relataron que no escucharon ruidos ni gritos, lo que evidencia la rapidez con la que el gas afectó a las víctimas

Una fuga de gas doméstico por un calentador de agua mal instalado causó la muerte de un padre y sus dos hijos en Ejido, Mérida.
El hecho ocurrió el sábado 18 de octubre en las residencias Los Bucares, bloque 7, municipio Campo Elías, según reportó el periodista Jordin Morales.
Hilbeth Escalona Pérez, taxista de 36 años, y su hijo Yilbeth Antonio, de 8 años, fallecieron en el lugar tras inhalar monóxido de carbono.
Sebastián Alejandro Escalona Pernía, de 15 años, luchó por su vida durante 45 horas en el Hospital Universitario de los Andes, pero también falleció.
El adolescente cursaba bachillerato y jugaba fútbol en la categoría Sub-15 del club Estudiantes de Mérida F.C., donde era muy apreciado.
El Cicpc determinó que el calentador de agua consumió el oxígeno del ambiente, generando una concentración letal de monóxido de carbono.
Además, el hermetismo del apartamento impidió la ventilación, lo que agravó la acumulación del gas y provocó la asfixia de los tres miembros por la mala instalación del calentador de agua.
Este accidente ha generado conmoción en la comunidad merideña, que lamenta profundamente la pérdida de una familia entera por una falla evitable.
Vecinos relataron que no escucharon ruidos ni gritos, lo que evidencia la rapidez con la que el gas afectó a las víctimas.
Expertos recomiendan instalar detectores de monóxido de carbono y garantizar ventilación adecuada en espacios con equipos de combustión interna.
También es vital realizar mantenimientos periódicos a calentadores de agua, especialmente en zonas residenciales con alta densidad poblacional.
La tragedia de Ejido deja una lección urgente sobre la importancia de la seguridad doméstica y la supervisión técnica de equipos de gas como el calentador de agua.
Autoridades locales anunciaron que iniciarán inspecciones en edificios similares para evitar que se repita una situación tan dolorosa.
El llamado es a revisar nuestras viviendas, educar a la comunidad y exigir normativas claras sobre instalaciones de gas doméstico.